Oficio a ponencia para segundo debate al proyecto de ley 107 de 2009 senado - 24 de Noviembre de 2010 - Gaceta del Congreso - Legislación - VLEX 451473330

Oficio a ponencia para segundo debate al proyecto de ley 107 de 2009 senado

OFICIO A PONENCIA PARA SEGUNDO DEBATE AL PROYECTO DE LEY 107 DE 2009 SENADO. Oficio del 24 de noviembre 2010 donde el honorable Senador Juan Lozano Ramírez se acoge a la ponencia para segundo debate al Proyecto de ley número 107 de 2009 Senado, presentada por el honorable Senador Jairo Clopatofsky Ghisays.

Bogotá, D. C., 24 de noviembre de 2010

Doctora

RUTH LUENGAS

Sección Leyes del Senado

Senado de la República

Ciudad

Respetada doctora:

Con el presente escrito me permito manifestarle respetuosamente que me acojo a los términos en que fue presentada la ponencia para segundo debate de autoría del honorable Senador Jairo Clopatofsky Ghisays, mediante la cual radicó su concepto sobre el Proyecto de ley número 107 de 2009, por medio de la cual se aprueba ¿la Convención Interamericana para facilitar la asistencia en caso de desastres¿, adoptada en Santiago, Chile, el 7 de julio de 1991.

Lo anterior teniendo en cuenta que se hace necesario que este proyecto sea discutido en la Sesión Plenaria del día martes 30 de noviembre.

Cordialmente,

Juan Lozano Ramírez,

Senador de la República.

PONENCIA PARA SEGUNDO DEBATE AL PROYECTO DE LEY NÚMERO 107 DE 2009 SENADO

por medio de la cual se aprueba la ¿Convención Interamericana para Facilitar la Asistencia en Casos de Desastre¿, adoptada en Santiago, Chile, el 7 de junio de 1991.

Bogotá, D. C., 10 de abril de 2010

Doctor

JAVIER CÁCERES LEAL

Presidente

Senado de la República

Ciudad

Respetado doctor:

En cumplimiento del encargo hecho por la Mesa Directiva de la Comisión Segunda del Senado de la República y con fundamento en los artículos 150, 153 y 156 de la Ley 5ª de 1992, me permito rendir ponencia para segundo debate al Proyecto de ley número 107 de 2009 Senado, por medio de la cual se aprueba la ¿Convención Interamericana para Facilitar la Asistencia en Casos de Desastre¿, adoptada en Santiago, Chile, el 7 de junio de 1991. Me permito presentar las siguientes consideraciones, con el objetivo de rendir ponencia.

  1. Antecedentes del proyecto de ley

    Esta iniciativa es autoría del Ministro del Interior y de Justicia, Fabio Valencia Cossio y el Ministro de Relaciones Exteriores, Jaime Bermúdez Merizalde, y tiene por objeto la ratificación de la Convención Interamericana para Facilitar la Asistencia en Caso de Desastre, adoptada en Chile, el 7 de junio de 1991, como un instrumento de suma importancia por cuanto contribuye a fomentar alianzas por medio de acuerdos de cooperación y otras acciones que respondan a los riesgos y amenazas que destruyen la vida y afectan la seguridad y los bienes de los habitantes del continente americano a causa de fenómenos naturales o antrópicos.

    América, se considera como una región de gran riqueza natural, pero también de gran vulnerabilidad a los desastres de origen natural. Desde 1996 a 2005, unos 1,262 de los 6,417 desastres globales han azotado a la región; un territorio donde ningún país tiene una legislación específica que aborda de manera exhaustiva el tema de los desastres de origen natural.

    En Latinoamérica y el Caribe, las economías son extremadamente dependientes de los recursos naturales. Por lo tanto, la variabilidad climática y el incremento en la frecuencia y la intensidad de los desastres tienen impactos devastadores en la región. El impacto de estos paraliza el desarrollo económico y social en todos los países en desarrollo mientras que, a la vez, la clave para reducir la vulnerabilidad es el desarrollo.

  2. La importancia de la Cooperación en la Atención y Prevención de Desastres

    La Cooperación Internacional para la Reducción de Riesgos de Desastres Naturales, entendida como la correlación entre fenómenos naturales peligrosos (como un terremoto, un huracán, un maremoto, etc.) y determinadas condiciones socioeconómicas y físicas vulnerables (como situación económica precaria, viviendas mal construidas, tipo de suelo inestable, mala ubicación de la vivienda, etc.)[1][1], ha enfrentado diferentes etapas de evolución en el contexto regional, desde el momento en que se empieza a reconocer la necesidad de actuar a favor de la ecología y la naturaleza se abre la puerta al hecho de aceptar que el daño ecológico provocado en algunos casos era irreversible y en otros con un impacto notorio.

    En este escenario es importante mencionar que la comunidad internacional tuvo que reconocer que los desastres naturales tenían un alto costo humano, social y económico a corto y largo plazo, lo que llevó a estudiar y entender en paralelo cómo reducir el riesgo de desastres naturales por fenómenos naturales peligrosos agravados por la intervención humana.

    Los desastres naturales provocan cambios irreversibles tanto en las estructuras económicas y sociales como en el medio ambiente. En los países en desarrollo, el número de muertes suele ser elevado debido a su mayor vulnerabilidad, uno de cuyos componentes es la ausencia o ineficacia de los sistemas de pronóstico y evacuación[2][2]. Si bien en estos casos las pérdidas de capital son menores en términos absolutos, su peso relativo y su impacto económico general suelen ser muy significativos, e incluso afectan su sustentabilidad[3][3].

    Por ello la comunidad internacional dentro y fuera del marco de Naciones Unidas han tratado de organizarse para afrontar el problema, siendo notable los esfuerzos de cooperación hechos dentro de instancias multilaterales para la reducción de riesgo de desastres naturales. Sin embargo, la operación y la eficacia de la estrategia recaen principalmente en los países afectados por los fenómenos naturales y por tanto se requiere de voluntad política y capacidad formativa para accionar las políticas que integren los planteamientos internacionales.

    El gestionar para que las políticas sean desarrolladas es también parte de las funciones de cooperación, eje de vital importancia para el desarrollo común cuando hablamos de las afectaciones causadas por el cambio climático y la responsabilidad humana en el mismo, colocando entonces el tema de reducción de riesgo de desastres naturales en el centro del conflicto. Porque si bien aún la discusión en torno a si los desastres naturales[4][4] se han agravado por causa del cambio climático no ha terminado, es evidente que es indispensable tomar acciones de prevención de inmediato.

    Por tanto los desastres naturales se convierten en un tema clave de la agenda, por el impacto en el desarrollo regional y por su valor político, con lo cual estamos llamados a plantear que las estrategias integrales deben ser reflexionadas desde ecosistemas, sin reparar en los límites territoriales y de esa forma prevenir y actuar con efectividad.

    Los resultados arrojados por la temporada de huracanes del 2005 enfatizan la urgente necesidad de actuar en la prevención de desastres y de valorar la importancia del multilateralismo para casos sensibles como el Caribe, donde a pesar de la vulnerabilidad social y económica se ha logrado generar una estrategia altamente eficiente con el apoyo de la cooperación internacional.

    Demostrada además con el terremoto de Haití, el pasado 12 de enero, cuando esta pequeña isla fue presa de la devastación y está siendo reconstruida gracias a los compromisos de cooperación de la comunidad internacional han llevado a comprometer 5.300 millones de dólares para ayudar a la reconstrucción de Haití en los próximos dos años y 9.900 millones a largo plazo, según los anuncios realizados por el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, al término de la conferencia de donantes celebrada en la sede de la ONU en Nueva York. De esa cantidad global, casi 1.700 millones de dólares...

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