Ponencia para primer debate al proyecto de ley 193 de 2009 senado - 26 de Mayo de 2010 - Gaceta del Congreso - Legislación - VLEX 451470774

Ponencia para primer debate al proyecto de ley 193 de 2009 senado

PONENCIA PARA PRIMER DEBATE AL PROYECTO DE LEY 193 DE 2009 SENADO. por la cual se crean instrumentos para incorporar la educación para el desarrollo integral de la sexualidad a la educación en Colombia y se dictan otras disposiciones

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

¿Una sociedad enfrentada al cotidiano desafío de su renovación biológica tiene como requerimiento concebir y establecer procedimientos adecuados para proteger biológicamente su propia reproducción y para asegurar una adecuada socialización de sus nuevas generaciones. De ahí que el tratamiento de la juventud sea una dimensión crucial en la supervivencia y desarrollo de la sociedad¿.

Germán Rama

Objeto del proyecto de ley

El proyecto pretende contribuir de manera eficaz a la disminución del embarazo adolescente, la reducción del alto riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual en dicho grupo etario en nuestro país y el control de los factores de riesgo asociados al desarrollo de la sexualidad de nuestros niños, niñas y jóvenes.

Entendemos por Educación para el desarrollo integral de la sexualidad aquella orientada a formar personas capaces de reconocerse como sujetos titulares de derechos y deberes humanos sexuales y reproductivos, relacionados con la vida, la libertad, el libre desarrollo de la personalidad, la intimidad, la integridad física, psíquica y social, la seguridad, la equidad de género, la salud sexual y reproductiva y por ende, la educación e información sobre la misma; para lo cual deben relacionarse consigo mismo y con los demás, con criterios de respeto por sí mismo y por el otro, manejo de adversidad, liderazgo, afecto, tolerancia, y a ser formado bajo un contexto de límites claros y de responsabilidad con el fin de poder alcanzar un estado de bienestar físico, mental y social que les posibilite ejercer una sexualidad libre, satisfactoria, responsable y sana.

Educación que ofrece elementos objetivos de conocimiento y criterios suficientes de análisis a los estudiantes para que el hecho natural de asumir su corporeidad y subjetividad en la etapa pre y adolescente sea dirigida a la toma de decisiones y actitudes conscientes, asertivas y responsables.

En tal sentido, la educación para el desarrollo de la sexualidad debe tener los objetivos:

Para los niños y niñas de la etapa preescolar y básica primaria, esta debe estar orientada a:

¿ Educar e informar sobre los derechos y deberes humanos sexuales y reproductivos a la vida, a la libertad, al libre desarrollo de la personalidad, a la intimidad, a la integridad física, psíquica y social, a la seguridad, a la equidad de género, a la salud sexual y reproductiva y a la educación e información sobre la misma.

¿ Respetar a todas las personas sin discriminación alguna por razones de género, identidad o diversidad sexual.

¿ Enseñar los aspectos biológicos de la sexualidad tales como anatomía y fisiología de los aparatos reproductores masculino y femenino y del proceso reproductivo humano.

¿ Prevenir y fomentar la denuncia de todo tipo de explotación infantil, así como de cualquier forma de violencia intrafamiliar y abuso sexual infantil.

¿ Enseñar a manejar situaciones de riesgo a través de la negativa consciente y reflexiva. A decir ¿NO¿ a propuestas que afecten su integridad física y/o moral.

¿ Fomentar mecanismos de protección y denuncia de conductas de asedio y presión de grupo comúnmente denominadas ¿mobbing¿.

Y para los niños, niñas y adolescentes de la etapa básica secundaria y media, una educación que le apunta a:

¿ Prevenir situaciones de riesgo de la etapa adolescente tales como el sexo sin protección, el aborto, la delincuencia juvenil, el uso de armas, el pandillismo, el consumo de sustancias psicoactivas, el alcoholismo, el tabaquismo, los trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia y la depresión, el suicidio y demás psicopatías relacionadas.

¿ Prevenir el embarazo precoz.

¿ Evitar el aborto de embarazos no deseados.

¿ Reducir la mortalidad materna y perinatal de los embarazos en adolescentes.

¿ Prevenir el contagio de infecciones de transmisión sexual y detectar de manera temprana cualquier tipo de patología cervical.

¿ Promover canales de comunicación y reflexión conjunta entre los adolescentes y sus padres, sobre el manejo de diversas situaciones de riesgo, sobre la salud sexual y reproductiva, sobre la responsabilidad con respecto a la prevención de embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual, entre otros.

¿ Fomentar espacios permanentes de discusión y análisis que propicien la reflexión individual sobre el proyecto de vida que cada adolescente puede liderar desde el ámbito sicoafectivo, social y productivo.

¿ Conocer la legislación vigente relacionada con la salud sexual y reproductiva.

¿ Asegurar la transmisión de conocimientos pertinentes, precisos, confiables y actualizados sobre los distintos métodos de planificación familiar y demás aspectos involucrados en la Educación para el Desarrollo Integral de la Sexualidad.

El costo de la ausencia de políticas

Dramas de la sexualidad adolescente en Colombia

La tasa de fecundidad adolescente promedio en el mundo se estima en 49.7 por mil para el periodo 2000-05, pero esta tasa está lejos de reflejar la diversidad de experiencias existentes. Los países con los niveles más altos, cercanas a 200 por mil (Chad, Níger, Mali, Mozambique), se ubican en África donde la tasa de fecundidad adolescente promedio supera los 100 por mil. En Asia ese promedio se estima en 35 por mil, un valor mucho menor que el de África, semejante al de Oceanía (32.3 por mil) y bastante superior al de Europa (20.3 por mil). El promedio asiático esconde la existencia de países con tasas superiores a 100 por mil (Afganistán, Bangladesh, Nepal, Yemen) y países con los niveles más bajos de fecundidad adolescente del mundo (Japón, China, las dos Coreas, Singapur), similares a los de algunos países europeos como Holanda, Suiza, Italia, España y Suecia, entre otros, todos con tasas entre el 3 y el 6 por mil.

Con un nivel muy similar al promedio mundial se ubica Estados Unidos (53.2 por mil) y por arriba de dicho promedio se encuentra el de América Latina y el Caribe (72.4 por mil), región en la cual conviven países con tasas superiores a 100 (Guatemala, Honduras y Nicaragua) con otros con fecundidad adolescente relativamente baja (Guadalupe, Martinica) y varios en un rango intermedio. La Argentina con un nivel estimado de fecundidad adolescente de 60.6 por mil está por debajo de sus vecinos Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay, y por encima de Chile[1][1].

Los datos sobre fecundidad en adolescentes en Colombia dan cuenta de la dramática situación que enfrentan nuestros niños y jóvenes. La fecundidad de las adolescentes aumentó entre 1986 y 1995 de 70 a 89 nacimientos por cada mil mujeres. Al 2000, la tasa específica de fecundidad de las adolescentes era del 87%. Es decir, presentaban una tasa de 87 nacimientos por cada 1.000 mujeres de esa edad[2][2].

Según la última Encuesta Nacional de Demografía y Salud, la tasa se sigue elevando y ha alcanzado los 90 nacimientos por cada mil mujeres. Así las cosas, una de cada cinco mujeres de 15 a 19 años, ha estado alguna vez embarazada: 16% ya son madres y 4% está esperando su primer hijo.

Con 90 nacimientos por cada mil mujeres, la situación contrasta con la de países como Venezuela (51 nacimientos), Chile (62 nacimientos), Holanda (8 nacimientos) o Japón (4 nacimientos).

La situación cobra su real dimensión al intentar entender este complejo fenómeno. Como lo demostró el estudio ¿Ritmos y Significados de la Sexualidad Juvenil¿, editado por la Universidad de los Andes, la mitad de las adolescentes que tienen actividad sexual quedan embarazadas sin quererlo, pero alrededor de un 42 por ciento de las niñas y adolescentes embarazadas querían ese embarazo.

Y es que, señala el mismo estudio, las niñas en los estratos bajos quieren conscientemente quedar en embarazo porque no tienen otro aliciente en sus proyectos de vida. No tienen oportunidades de Educación, de Capacitación, de Trabajo, de Recreación. El embarazo es el resultado de la falta de opciones en materia de Salud, Educación y Recreación que la sociedad les ofrece. El embarazo las aleja de la escuela, pero les garantiza acceder a la Salud, a tener una primera atención médica en su vida, a tomarse unas vitaminas; les fortalece su identidad como mujeres, les llena vacíos afectivos y creen encontrar una forma de asegurar su futuro. El sexo, sin orientación alguna, convertido en herramienta de supervivencia.

Más de la mitad de las adolescentes que tienen o que han tenido relaciones sexuales, no utiliza métodos anticonceptivos. No porque no sepan que existen los métodos de planificación familiar, sino por falta de servicios de consejería y acompañamiento para las adolescentes. Según el estudio de Profamilia ¿Percepción del Riesgo y los Procesos de Negociación Relativos a la Prevención de Embarazos no Planeados y las Enfermedades de Transmisión Sexual entre Adolescentes Sexualmente Activos¿, las colombianas menores de 19 años tenían dificultades para establecer conversaciones sobre su sexualidad y para negociar el uso del condón con su pareja, y peor aún, consideraban que no usarlo era una demostración de amor.

Adicionalmente, el intervalo intergenésico de las adolescentes es sólo 19 meses, cuando la Organización Mundial de la Salud, dice que debe ser alrededor de 30 meses, o sea que también está siendo un factor de alto riesgo para las adolescentes no tener un período adecuado entre embarazo y embarazo.

Los resultados del embarazo adolescente para el proyecto de vida de nuestras niñas y jóvenes es evidente. Hay casi un 8 por ciento de mujeres que dejaron de estudiar porque estaban embarazadas. Las proporciones aumentan en todos los niveles educativos con relación al 2000, excepto entre aquellas que tienen secundaria incompleta. Si a estas sumamos el porcentaje de mujeres que debieron dejar sus estudios porque se casaron o...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR