Ponencia para segundo debate al proyecto de ley 53 de 2001 senado - 8 de Abril de 2002 - Gaceta del Congreso - Legislación - VLEX 451254426

Ponencia para segundo debate al proyecto de ley 53 de 2001 senado

PONENCIA PARA SEGUNDO DEBATE AL PROYECTO DE LEY 53 DE 2001 SENADO. por medio de la cual se busca fomentar y propiciar el desarrollo del transporte fluvial en Colombia y su integración con el Sistema Fluvial de Suramérica.

Bogotá, D. C., 27 de noviembre de 2001

Senador

CARLOS GARCIA ORJUELA

Presidente

Senado de la República

E. S. D.

Señor Presidente:

En cumplimiento de la misión encomendada por la Mesa Directiva de la Comisión Segunda del Senado de la República, muy complacido rindo ponencia favorable para segundo debate al Proyecto de ley 53 de 2001 Senado, por medio de la cual se busca fomentar y propiciar el desarrollo del transporte fluvial en Colombia y su integración con el Sistema Fluvial de Suramérica,en la siguiente forma:

Dentro del proceso cada vez más irreversible de la globalización, países como el nuestro no tienen alternativa diferente a la de pensar, con seriedad, que la única posibilidad de supervivencia en el concierto de los mercados mundiales, es exportar.

Por fortuna, Colombia ha entendido el reto y lo ha asumido con alta dosis de responsabilidad.

Hemos sido conscientes de que la contracción en el comercio internacional de productos tan fundamentales como el petróleo y el café, han deteriorado seriamente la economía, hasta el punto de que las exportaciones tradicionales se han rebajado en un 19%. La política de exploración y explotación de hidrocarburos se ha visto seriamente afectada por las frecuentes acciones guerrilleras contra su infraestructura, que privaron al país de ingresos por valor de 500 millones de dólares, sólo en los meses de enero a mayo del presente año. En cuanto al grano, sus exportaciones disminuyeron 24% el igual período debido a la dramática caída en los precios internacionales por el exceso en la oferta.

Sería inimaginable el caos macroeconómico que el bajo precio del café hubiese acarreado para el país, si como en las últimas décadas, este producto representara aún el 80% del total de nuestras exportaciones.

Si bies es cierto que exportaciones tradicionales como el carbón y el ferroníquel crecieron en el pasado semestre, el primero en un 44%, por incremento del 30% en los precios internacionales y en los volúmenes de exportación que crecieron el 25% y el segundo en un 8%, el país comienza a fijarse nuevas metas.

Para la primera década del presente siglo, Colombia debe lograr en sus exportaciones una proporción de por lo menos el 35% de su PIB y que las mismas, con el mayor valor agregado posible, se conviertan en el más acelerado motor de crecimiento y de generación de empleo.

La verdad es que ya comienza a percibirse una incipiente recuperación de la economía, sostenida por las exportaciones, principalmente las industriales, que, en los seis primeros meses de 2001, han crecido un 20% y no obstante la fuerte desaceleración de la economía de los Estados Unidos, las exportaciones no tradicionales crecieron en un 10% a dicho país, en este mismo período.

Mientras que en 1997 nuestras ventas al exterior de productos no tradicionales llegaron a cinco mil trescientos millones de dólares (US$5.300.000), al concluir el año 2000 dichas ventas alcanzaron seis mil cuatrocientos millones de dólares (US$6.400.000) registrando un incremento del 21%. En lo corrido del presente año, nuestras exportaciones no tradicionales vienen presentando un incremento del 16% con respecto al mismo período del año pasado.

Otro factor positivo es el de que la expansión del intercambio comercial con nuestros socios de la CAN ha contribuido, indudablemente, no sólo a diversificar las exportaciones, sino a acelerar el proceso tecnológico y a detenernos con mayor cuidado en aspectos tan importantes como la productividad y la competitividad. El comercio al interior de la Comunidad Andina creció, en la última década, a tasas promedio superiores al 15% anual, mientras el comercio mundial lo hizo apenas a un ritmo del 7%.

Definitivamente, el gran reto, inmediato y el más importante en la política comercial de Colombia, es prepararnos para una integración exitosa en el ALCA, cuyas pretensiones son de veras ambiciosas: Equivale al 25% del mercado mundial, al 80% del comercio exterior de Colombia y a un excitante mercado potencial para 800 millones de consumidores. Esto significa para nosotros la verdadera globalización en materia comercial.

El hecho de que Colombia haya participado en las conversaciones del ALCA, dentro de la Comunidad Andina como bloque, le ha dado mayor autoridad y a su vez le ha permitido ejercer cierto liderazgo. Por esto mismo y por sus descomunales proporciones, este desafío exige la participación articulada de todos los estamentos de la Nación, tanto del sector público como del privado. Pues es incontrovertible que constituye un acontecimiento multinacional que tendrá profundas y vastas repercusiones sobre la estructura productiva y comercial de la Nación.

La verdad es que el país ha venido haciendo formidables esfuerzos:

Comienza a evidenciar que la política macroeconómica debe complementarse con la política mesoeconómica y microeconómica.

Busca la inversión, tanto de capitales extranjeros como nacionales.

Ha propendido por la estabilidad en los regímenes aduaneros, tributarios y arancelarios.

Ha logrado alianzas estratégicas entre firmas extranjeras y colombianas.

Promueve atractivas líneas de crédito a través de Bancoldex.

Ha hecho ingentes esfuerzos por fortalecer el sistema financiero.

Se han constituido Zonas Económicas Especiales de Exportación.

Ha tratado, a pesar de todo, de fijar reglas del juego claras y dar seguridad y estabilidad jurídicas.

Se ha incorporado a la inteligencia del mercado a través del Internet.

Están, afanosamente, en la discusión de normas legales que permitan la flexibilidad laboral.

Se creó el programa Expopime, para asesorar a las empresas en el diseño y ejecución de sus propios planes exportadores.

El papel de Colombia en la OMC, se ha ido fortaleciendo. Los controles de calidad se han mejorado.

Ha ampliado considerablemente la oferta de energía y la de un moderno servicio de comunicaciones.

En este mismo momento se adelanta un intenso cabildeo ante el Congreso y el Gobierno de los Estados Unidos para renovar los actuales beneficios derivados del ATPA y lograr la inclusión en el mismo de nuevos sectores, como textiles, confecciones...

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