Proyecto de ley 093 de 2011 cámara - 13 de Septiembre de 2011 - Gaceta del Congreso - Legislación - VLEX 451408114

Proyecto de ley 093 de 2011 cámara

PROYECTO DE LEY 093 DE 2011 CÁMARA. por medio de la cual se derogan los artículos 25, 26, 28 y 29 de la Ley 789 de 2002 y se dictan otras disposiciones.

El Congreso de la República de Colombia

DECRETA:

Artículo 1

°. Deróguense los artículos 25, 26, 28 y 29 de la Ley 789 de 2002.

Artículo 2

°. Esta ley rige a partir de su promulgación.

Atentamente,

Consuelo González de Perdomo,

Representante a la Cámara, departamento del Huila.

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

  1. Evolución

    Los orígenes de la Ley 789 de 2002 son diversos, pues en ella se tocaron varios tópicos, como el sistema de protección social, subsidio al empleo en las Pymes, crea el subsidio al desempleo, actualización de la relación laboral y la relación de aprendizaje, organiza el funcionamiento de las cajas de compensación familiar y se dictaron otras disposiciones.

    Nos ocuparemos del capítulo concerniente a lo que se denominó: Actualización de la Relación Laboral y la Relación de Aprendizaje y más específicamente a los artículos 25, 26, 28 y 29 de la Ley 789 de 2002. En dichos artículos se flexibilizó la relación laboral, ampliando el horario nocturno hasta las 22 horas, disminuyendo el recargo por trabajo dominical y festivo, reduce drásticamente las indemnizaciones por despido sin justa causa, como las indemnizaciones por falta de pago en las acreencias laborales, por parte de los patronos.

    La flexibilización laboral consiste en permitirles a los empresarios desmejorar las condiciones laborales a sus trabajadores, en el entendido que es posible generar más empleo si con el sueldo de un empleado se contrataran dos. Lo que significa que el sueldo del segundo empleado se pagará con el sueldo que le dejen de pagar al primero. De esta forma el Estado supone que las empresas pueden contratar más empleados sin incrementar el valor de su nómina, por lo que sus utilidades e intereses no se verán afectados. Es como aplicar la filosofía cristiana de compartir con los demás lo poco que se tiene.

    Antes de cualquier consideración, debemos analizar el por qué una empresa o una economía generan empleo. Trataremos de explicarlo recurriendo a unas premisas básicas:

    ¿ Una empresa contrata empleados cuando los necesita para producir o comercializar bienes de consumo.

    ¿ Una empresa decide producir o comercializar un producto cuando existe demanda por ese producto.

    ¿ La demanda de un producto se da además por necesidad de ese producto, porque la sociedad dispone de los recursos suficientes para adquirirlos (Capacidad de compra).

    Según lo anterior, si no hay demanda no habrá oferta, y si no hay oferta, las empresas no producirán un bien que no se venderá y si la empresa no produce un bien, pues no contratará empleados puesto que no los necesita.

    No se requiere de un gran esfuerzo mental ni de un análisis profundo para saber que la generación de empleo está en función de comportamiento general de la economía, mas no de la mano de obra. De poco sirve que se provean a las empresas de obreros esclavos si lo que la empresa produce no se vende.

    Es apenas obvio y lógico que una empresa no contratará empleados que no necesita. Los contratará en la medida en que los necesite, y si los necesita es porque la empresa ha crecido o necesita expandirse, y en tales circunstancias se entiende que la empresa es económica y financieramente fuerte (de lo contrario no crecería ni se expandiría), razón por la cual no hay justificación alguna para disminuir las condiciones laborales de sus empleados, puesto que la razón de la nueva contratación del personal está fundamentada en un crecimiento de la empresa, lo cual debe ser suficiente para asumir las cargas propias y normales del proceso productivo.

    Pero por la experiencia vivida, ninguna empresa ha contratado personal sin necesidad sólo porque ahora resultan más baratos. Lo que sucede en este caso, es que si el empresario gastaba en nómina ($10.000.000.00) ahora solo va a gastar 7 u 8 millones, quedándose con esa diferencia a costa del menor valor que le canceló a los trabajadores, pues la flexibilización laboral lo único que consigue es disminuir los costos de mano de obra, y por consiguiente los costos de producción, lo cual tiene como consecuencia directa el incremento de la rentabilidad del empresario, lo que indudablemente es el resultado contrario a lo que se esperaba, puesto que lo pretendido era quitarle una porción del sueldo de los empleados para poder pagar nuevos trabajadores, pero lo que en realidad sucede es que se le quita una parte del sueldo a los empleados para dárselo al empresario.

    Siendo así las cosas, la flexibilización laboral sería útil, no para generar empleo sino para hacer las empresas más competitivas, en la medida que vía carga laboral, se pueden disminuir los costos de producción, lo que indudablemente es violatorio de los derechos de los trabajadores.

    El proceso de globalización que se vive actualmente, ha hecho que muchas empresas deban ser más competitivas, lo que implica no sólo mejorar la calidad de sus productos o servicios, sino que también deben disminuir el precio de venta, y en un país en desarrollo como el nuestro, con escaso desarrollo tecnológico, su mayor ventaja competitiva son los costos de mano de obra baratos, por lo que la estructura de ¿competitividad¿ de nuestras empresas se basa fundamentalmente en la mano de obra barata.

    Cuando la empresa necesita bajar costos de producción para poder permanecer en el mercado, lo primero que hacen es recortar sus cargas laborales, que implica desmejoramiento de sueldos y despido de trabajadores, y todo esto con la bendición del Estado.

    Con esta política, son los trabajadores los que tienen que soportar la ineficiencia y la incapacidad del empresario y del mismo Estado para crear condiciones que permitan mejorar procesos y demás factores que afectan el costo de producción, y que afecta la competitividad de las empresas.

    Las empresas y el Estado, si quieren mejorar la competitividad deben hacer lo que han hecho los países desarrollados, que es invertir en tecnología, educación e infraestructura, pero lo que han hecho es basar su competitividad en ofrecer mano de obra barata para que los empresarios puedan seguir obteniendo la misma rentabilidad y puedan permanecer en el mercado sin hacer mayores inversiones: mejorar la competitividad por vías diferentes a la mano de obra barata requiere grandes inversiones tanto de las empresas privadas como del estado, sacrificio que es innecesario cuando la competitividad se puede conseguir a costa y por cuenta de los trabajadores. Es aquí donde se aplica a la perfección lo que predica un buen economista: se debe conseguir el máximo beneficio con la mínima inversión.

    Como se observa con claridad, no solo disminuyendo los costos operativos de las empresas que generan empleo, existen otras variables tales como el crecimiento económico de la economía a nivel macroeconómico, pues se cree que con un crecimiento sostenido se permitirá mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos. Por tanto el crecimiento es lo importante. La medición y el análisis de la pobreza extrema quedan así relegados a un segundo plano. ¿Primero hemos de hacer crecer el pastel para que luego podamos repartirlo¿, y así un país va bien cuando su crecimiento económico es bueno y mal cuando no.

    ¿Pero cuáles son los sacrificios por esa búsqueda insaciable por el crecimiento? ¿Cómo puede ir bien un país que crece a más del 5% pero cuyos índices de pobreza y desigualdad no paran de empeorar? ¿Quiénes son realmente los que se benefician del crecimiento? ¿Para quién crecemos? Solo ahora, tras décadas de decepción en las teorías económicas tradicionales, los economistas y los gobiernos se empiezan a preocupar directamente por la pobreza como problema real desvinculado al crecimiento.

    Sin lugar a dudas que es un gran motor de desarrollo y permite avanzar en la reducción de la pobreza, pero la teoría y la realidad demuestran que el crecimiento económico no es neutro. El crecimiento no favorece a toda la sociedad por igual; suele favorecer más a unos que a otros.

    En este sentido hay diversos tipos de crecimiento. Hoy en día algunos economistas usan el concepto de la ¿tasa de crecimiento pobreza-equivalente¿ (Poverty Equivalent Growth Rate ¿ PEGR). Esta tasa nos permite verificar si los pobres se han beneficiado del crecimiento económico de un país o no durante una época determinada. La PEGR es la tasa de crecimiento que arroja la misma reducción de la pobreza que la que se daría si el crecimiento observado en un país hubiera sido neutro. Si la PEGR es mayor que el crecimiento observado, el crecimiento es pro-pobres. Si es menor, pero positiva, el crecimiento es trickle-down (derrame); el crecimiento reduce la pobreza, pero aumenta la desigualdad. Por el contrario, si la PEGR es negativa, el crecimiento se define como anti-pobres: las ganancias del crecimiento son recibidas por los ricos y, a pesar del crecimiento, la pobreza aumenta.

  2. La experiencia colombiana

    Los datos demuestran que el crecimiento económico colombiano de la última década y media, en particular desde la apertura y la adopción de políticas neoliberales de la década de los noventa, no es pro-pobres; no está ayudando a disminuir los niveles de pobreza del país.

    La apertura ha traído consigo una mayor volatilidad de los ciclos económicos y por tanto una mayor vulnerabilidad de las personas frente a la pobreza. Los ciclos económicos más pronunciados han significado mayor pobreza puesto que, como revelan los datos estadísticos, en épocas de expansión los pobres se han visto poco favorecidos, mientras que en épocas de crisis...

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