Proyecto de ley 23 de 2001 senado
PROYECTO DE LEY 23 DE 2001 SENADO. por medio de la cual se institucionaliza la Fiesta Nacional del Día de la Madre y se adoptan otras disposiciones.
El Congreso de Colombia
DECRETA:
Artículo1º. Declárese oficialmente como ¿Día de la Madre¿ el segundo domingo del mes de mayo.
Artículo2º. Para la conmemoración a que se refiere el artículo anteriory teniendo en cuenta lo establecido en la Ley 51 de 1983, fíjese el día lunes siguiente al segundo domingo del mes de mayo como día de descanso laboral.
Artículo3º. Modifíquese el numeral 1º del artículo 34 de la Ley 50 de 1990.
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Toda trabajadora en estado de embarazo tiene derecho a una licencia de catorce (14) semanas en la época del parto, remunerada con el salario que devengue al entrar a disfrutar del descanso.
Artículo4º. La presente ley rige a partir de su fecha de publicación.
Cúmplase.
Proyecto presentado por el honorable Senador de la República
Jorge Hernando Pedraza G.
Vicepresidente Comisión Quinta.
EXPOSICION DE MOTIVOS
Las mujeres constituyen un grupo social que ha sufrido la experiencia histórica de una posición secundaria dentro de la sociedad. Sin embargo, a través del tiempo, el reconocimiento de sus derechos y de sus grandes capacidades ha hecho que la mujer hoy se convierta en eje central para el desarrollo de una sociedad. Es así como en Colombia el Gobierno, en su plan nacional de desarrollo, ha puesto en marcha un plan de igualdad de oportunidad para las mujeres al margen de lo establecido en la Constitución y en los Tratados Internacionales, con el fin de eliminar cualquier forma de discriminación contra la mujer. Esto evidencia un avance a favor de la mujer a través de los tiempos.
La mujer, además de ser el eje primordial de la familia, ha logrado demostrar en el desempeño de muchos cargos que es la más organizada, ecuánime, analítica y humana, sin demeritar al sexo opuesto, ya que precisamente hablamos de igualdad de condiciones. No obstante, la dignidad extraordinaria de la mujer se hace manifiesta al reconocerla como la representante de aquella humanidad que es propia de todos los seres humanos y al conformar el arquetipo de todo género, ya sean hombres o mujeres.
Tal como lo ha expresado el Papa Juan Pablo II, la maternidad es fruto del recíproco conocimiento del hombre y de la mujer en la unión matrimonial. De este modo se realiza por parte de la mujer un don de sí especial que se abre hacia el don de una nueva vida; es decir, de un nuevo hombre implicando desde el comienzo mismo una apertura especial hacia la nueva persona, lo cual es el papel extraordinario de la mujer, el concebir y dar a luz al hijo.
Diversos y profundos estudios confirman plenamente que la constitución física de la mujer y su organismo tienen una disposición natural para la maternidad; es decir, para el período comprendido entre la concepción y el nacimiento del nuevo individuo y es precisamente esta facultad la que le permite al nuevo ser tener conexión permanente de sentimientos con su madre haciendo más fuerte su relación.
El engendrar es común al hombre y a la mujer. Sin embargo, aunque los dos sean padres de su hijo, la maternidad de la mujer constituye la parte más cualificada de ser padres en común, pues es una relación más profunda en la mujer, especialmente en el período prenatal. Aunque se hable de igualdad de derechos del hombre y de la mujer, éstos no tendrían la misma validez si no se tiene en cuenta lo anterior de un modo totalmente esencial.
Por todo esto, la mujer se convierte en eje central de la familia y, por qué no decirlo, de la sociedad, ya que desde su papel de madre, abarca la mayor parte de educación del hijo, pues la contribución materna es decisiva y básica para la nueva personalidad humana. La mujer como madre y como primera educadora del hombre tiene una precedencia específica sobre el mismo, pues bajo el aspecto personal ético influye de manera especial en la humanidad de la misma criatura.
Abramos paso a los diferentes sectores donde la mujer desempeña su papel de madre, sin importar el contexto social y económico, pues es evidente que hoy en Colombia la mujer se desenvuelve de una manera ejemplar en todos los ámbitos. Es así como se han creado los centros de madres comunitarias, programa que lidera el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, el cual tiene como objetivo primordial el apoyar a la familia y especialmente a la madre cabeza de familia a través de hogares especializados en el cuidado de los menores y asistido por mujeres que cumpliendo con su función de madres prestan colaboración a quienes con su trabajo generan bienestar y sustento a su familia, con el fin de fortalecer el desarrollo integral de las familias y los menores pertenecientes a los sectores de extrema pobreza, mediante estrategias que permitan mejorar sus condiciones de vida, potencializar el sentido de responsabilidades y pertenencia, para que se garantice el cumplimiento de los derechos de la niñez.
En Colombia el desarrollo social, económico y político del país se ve obstaculizado por el conflicto armado, el cual también afecta de manera diferenciada a mujeres y hombres, pues sin duda alguna la población femenina, especialmente las mujeres asentadas en el área rural, quienes además de sus evidentes condiciones de desigualdad son las más afectadas, no sólo por las secuelas que la violencia puede entrar a generar en los miembros de su familia o en ella misma, sino por el desplazamiento forzoso al cual tienen que someterse, desintegrando el núcleo familiar. En estas condiciones, la mujer ahora tiene que entrar a asumir una función que requiere una atención específica que mejore su calidad de vida y garantice los derechos humanos. Es así como el Gobierno Nacional promueve actividades de fortalecimiento para la...
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